Y vuelvo a ti...

Capítulo 7




Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.



Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Rayuela
Julio Cortázar

Pensamientos absurdos II

Curioseando por la red, me encontré con una página en la que se dice, entre otras cosas, esto sobre la mentira:

"La amistad se alimenta de las mentiras que podamos decir a aquellos seres a los que llamamos amigos. Y gracias a ellas continuamos teniendo amigos."

Y me ha hecho pensar en la amistad. Y me ha hecho pensar en la mentira. ¿Qué os parece todo esto? ¿Una amistad se puede cimentar sobre mentiras? Porque yo creo que no. Creo que las mentiras corrompen, agotan y decepcionan. Y creo que aunque tardes 30 años o 30 segundos, terminas descubriendo la verdad.

Lo que tiene de bueno la amistad es que los amigos son gente que te conocen, respetan y quieren con tus cosas buenas y tus cosas malas. Pero que rápido olvidamos todas estas cosas. También son personas que perdonan, hagas lo que hagas, porque todos cometemos errores, pero ¡¡cuidado!! porque también se cansan y no se puede abusar de la confianza...

También he leído que:

"La mentira dura mientras la verdad llega"

y yo me quedo con ella...


Por otro lado, pienso en las mentiras piadosas.

También en cierto debate inconcluso ¿qué hay de las informaciones omitidas?

¿Quién ganó el debate?

Si no te lo digo... ¿te estoy mintiendo? O, por el contrario, como no te lo he dicho... no te he mentido.


Y siempre pensaré algo muy importante: para mentir hay que ser muy listo. Y casi nadie lo es. Siempre se dejan pistas.

Así que... cuidado

Hechizos y pociones

Como buena inquisidora, entre mis múltiples investigaciones y durante mis largos viajes, he podido comprobar verdades milenarias.
Dicen los sabios que hay ungüentos que aceleran las pasiones, también producen hechizos para cerrar los corazones, partirlos o gangrenarlos. Si deseas enquistar un amor y atrapar un alma tienes mil remedios, pero ¡ay de ti, si lo que quieres es borrar tus memorias, sacar y limpiar tu alma de ternuras y atenciones!
Es entonces, cuando, presta atención ingenuo amador, la inflamación de los humores y los amores no desaparece sin huella, deja estelas de carmines, perfumes y esencias impregnados; afanes secretados y sudores, un sinfín de pistas que se borran de lustro en lustro. Por tanto, confía en mí, sé de qué hablo. Los sabios mayas recogen en sus tratados estas tradiciones y rutinas. El Popol Vuh narra los fenómenos que originaron el mundo que nos es conocido y, por tanto, también aproxima qué es lo que puede destruirlo, pues la destrucción del alma humana supone el más terrible inicio del Apocalipsis.
Busca entre montañas, cruza arco iris, atraviesa desiertos de lava y fuego, santos griales, artilugios inventados, alas de dragón, trompas de libélula…
Todo esto ayuda, pero no es definitivo. Sólo una poción hallé que calmó un poco las ansias, que enfrió los temores.
Con voluntad de guerrero y alma de mariposa, pues sólo la mutación de este gusano tiene alguna similitud al ejercicio de transformación que has de iniciar, deberás reunir los ingredientes enumerados:

El hilo de la envoltura de un gusano
El polvo de las alas de una mariposa
El primer minuto de la medianoche
Las primeras lágrimas que derramaste (una al menos)
Una ola del mar, antes de romperse sobre la arena.
La inspiración de un poeta.
Tu primer suspiro enamorado, también el último (esto es muy importante para obtener el milagro).
Todo esto, bien triturado.
Cuando hayas seguido las instrucciones y mezclado bien los componentes, te tapas la nariz con una mano, cierras los ojos y sin respirar, te lo bebes todo de un trago.
No sé si conseguirás conjurar al olvido, pero… mmmmm está tan ricoooo


Noches del Destino...



And I just can’t look
it's killing me
and taking control
jealousy, turning saints into the sea
swimming through sick lullabies
choking on your alibis
but it’s just the price I pay
Destiny is calling me
open up my eager eyes
‘cause I’m Mr Brightside

Pasado vs. Presente

Hoy estoy rememoriada... recordando músicas de otros tiempos. Si es que en el fondo soy una antigua, una sentimental, con alma feminista y guerrera, pero... el Rat Pack, Fred Astaire, el cine en blanco y negro, Gilda, Vivien Leigh, Gary Grant, Frank Sinatra, Audrey, no me olvido de mi Marilyn...

Ni Scarlett, ni Pe, ni Bardem ni nadie los superan. Bueno, quizá mi Johnny Depp, Tim Burton o algún otro se les pueden acercar, aunque en estilos incomparables, no me lo vais a negar...

Y tanta ceremonia ¿por qué? Pues... no lo sé, así me ha pillado. Será el vermuth, otra vez. Y aquí una canción que me gusta. Primero conocí la versión de Westlife, aunque en cuanto la oí supe de donde venía, porque era inconfundible incluso sin haberla oído antes. A ver cuál os gusta más.



Se acabaron las lágrimas...

En este día me quiero quedar no sólo con el mensaje, sino con la maravillosa estética de este video: una bailarina-marioneta atada a sus hilos que danza de puntillas, que cae, se revuelve, se levanta y que al final decide liberarse y baila , salta y corre, libre y hermosa, vestida de verde esperanza...

Me encanta la poética-estética de este vídeo, disfrutadlo...


Locura experimental y ...

Tú,

me haces, me das forma, me reinventas,

cada día, en cada espacio,

con tus manos, con tus sueños, con tus labios.



¿Y yo? Yo callo.

Y no sé que hago.



¿Por qué estoy haciendo?



Por los sueños, por los labios, por las manos...

por cada parte de ti, que me enloquece y me contempla.



¿Y yo? En silencio.

Pensando.

Observando.

Sin creerlo, sin saberlo, imaginando.



Narro tus besos, me los cuento al oído para no olvidarlos,

para seguir soñando

unos labios, esas manos, nuestros sueños...

cada día me desarmo.

(6/5/2006)



180º



180º no es nada
180º de inspiración,
de recuerdo, de tristura, de cordura sin solución

180º o más, qué sé yo

de palabras sin respuesta, de miradas sin reloj
de tiempo espasmódico y pérdidas
de compases sin clave de sol

Miro el vacío y es rojo
como las venas de una pasión
como la sangre que recorre
a vueltas siniestras mi sinrazón

Guantes largos de seda
y toco una ilusión.
prefiero dejarla intacta,
antes que tocar el sol.
Como un Ícaro descerado
rompí mis alas,
fui yo
yo, quizás, responsable
de mi férreo y eterno:

No

No quiero pasado, no existe
tampoco “esa” ilusión.
No quiero nerudas o agujas
no vamos a ningún sitio
ahora me quedo al sol

Pero…

¿Quiero o no me quiero?
Cordura e incomprensión
Lógica ilógica,
Sonrisa histriónica…

Recuerdo ese son constante
Un tictac de indecisión
Creo en futuros
Ignoro el pasado
¿Me engaño?
Creo en pasados
Ignoro el futuro
¿Me creo?
Equilibrios desequilibrados
Sueños desoñados
Fines que comienzan...
y yo no.

(2006-...)
El Lazarillo no es anónimo


La paleógrafa Mercedes Agulló documenta que su autor es Diego Hurtado de Mendoza







La noticia es trascendental para la historia de nuestra literatura. El Lazarillo, considerada como la primera novela moderna, embrión del Quijote, no es anónimo, como hasta ahora se ha venido considerando. La paleógrafa más prestigiosa y reconocida en el mundo académico, Mercedes Agulló, documenta en un libro que aparecerá dentro de unos días en la editorial Calambur con el modesto título de A vueltas con el autor del Lazarillo, que Diego Hurtado de Mendoza -personaje fascinante del siglo XVI- es, con toda probabilidad, su autor. Los papeles encontrados por Mercedes Agulló en la testamentaría del cronista López de Velasco, su albacea, así lo acreditan.


A la gran paleógrafa Mercedes Agulló (Madrid, 1925) le debemos el hallazgo. Lleva Mercedes décadas -toda su vida de investigadora, en realidad- revisando inventarios de libros, buscando en fuentes documentales de todo tipo, así que A vueltas con el autor del Lazarillo “no es el resultado de un hallazgo casual, sino de la tenaz persecución de un hilo durante todo este tiempo”.

La considerada como primera novela moderna -embrión del Quijote- ha sido motivo de estudio de los mejores especialistas. Durante los dos últimos siglos se le han adjudicado autorías distintas y procedencias estéticas e ideológicas muy diversas, pero nunca se había encontrado un testimonio directo que lo relacionara con un autor, y que permitiera un estudio documentado. El Lazarillo se publicó en 1554 y, al poco tiempo, en 1559, sus supuestas obscenidades e irreverencias lo llevaron al Catálogo de Libros Prohibidos.

Quiere Mercedes Agulló que quede claro que la casualidad no ha intervenido en su investigación. Y para ello quiere empezar por el principio, por su tesis doctoral, que versó sobre La imprenta y el comercio de libros en Madrid. Siglos XVI-XVIII.

Para redactarla me fue necesario consultar la documentación de Archivos parroquiales, Archivo Histórico de Protocolos y el Histórico Nacional, esencialmente. Entre esos documentos figuran muchos Inventarios de libros, tanto de impresores y libreros, como de personajes. Acabada la tesis, no terminé yo mi tarea sino que la continué con idea de hacer unas “Adiciones”, que en este momento ya tengo preparadas para su publicación, una vez que la tesis está en internet, para que al menos sea útil y no esté sometida a “saqueos”. En estas “Adiciones”, he prestado especial atención a los Inventarios y tasaciones y, en mi búsqueda, di con el de los libros pertenecientes a un abogado Juan de Valdés, dueño nada menos que de casi 300 obras (todas inventariadas con su lugar de impresión y año, lo que no es muy habitual). Más importante todavía es que, junto al Inventario de ese Valdés, su hermana y testamentaria realizó el de los bienes y libros de Juan López de Velasco, de quien el abogado había sido testamentario.

Papeles de López de Velasco

“¡Ese Inventario sí que es una auténtica joya y un centón de noticias!”, subraya Mercedes, que está preparando ya un trabajo sobre ambas “librerías” (como se llamaban entonces las bibliotecas). Nos recuerda la autora la importancia de este personaje de la corte de Felipe II, cosmógrafo, gramático, historiador, que poseía una biblioteca impresionante de libros sobre América. Pero, lo más importante, López de Velasco fue encargado (¿por el Rey?) oficialmente de “castigar” el Lazarillo en 1573, es decir, de podarlo y censurarlo para poder sacarlo del Catálogo de los libros prohibidos.

“Puede suponer -cuenta Mercedes- con qué atención y minuciosidad leí ese Inventario. Junto a un importantísimo bloque documental de “papeles” americanos y una gran parte de las obras de San Isidoro (recogidas en la Cartuja sevillana de Las Cuevas, en León, en Alcalá… porque López de Velasco estaba trabajando en el tema), se encontraba en una serie de serones y cajones el impresionante lote de documentos acumulados por don Diego Hurtado de Mendoza durante su larga vida -75 años- ya que al Cosmógrafo Real se le había encargado la administración de su hacienda. Ahí encontramos, al lado de “Una copia de Las guerras de Granada y otros papeles de la hacienda de Carmona”, dos líneas que dicen: UN LEGAJO DE CORRECCIONES HECHAS PARA LA IMPRESIÓN DE LAZARILLO Y PROPALADIA.

“Creo que estuve leyendo y releyendo esas dos líneas no sé el tiempo…” añade.
Todo esto lo cuenta Mercedes Agulló con un garbo y una memoria envidiables, impropios de sus 84 años desde su casa de El Puerto de Santa María, donde vive con su perro, su gato y millares de copias de legajos valiosos, que esconderán sin duda secretos de nuestra literatura y nuestra historia. Ahora trabaja sobre tapiceros y bordadores de los siglos XVI al XIX, “pero de lo que sí presumo -dice entre risas- es de ser una buena paleógrafa”.

La afirmación no es baladí porque la lectura de documentos de los siglos XVI y XVII es una tarea complicadísima, casi imposible, para el común de los mortales. A partir de aquel hallazgo, la investigadora confiesa haber invertido en el Lazarillo sus buenos cinco años, “¡no siempre escribiendo, claro!, sino esperando libros pedidos que tardaban meses en llegar y cuya petición tramitaba Pilar Alcina, sin cuya ayuda no habría sido posible contar con ellos”. Cinco años de comprobaciones, lecturas, “porque un buen investigador debe siempre conocer, antes de escribir una sola línea, lo que ya se ha dicho y escrito”, y en el caso del Lazarillo la bibliografía casi alcanza la del Quijote…

Museos de Madrid

Mercedes fue directora durante once años de los Museos Municipales de Madrid , que es la actividad profesional de la que se siente más satisfecha. “De mí dependieron -cuenta con orgullo- el viejo Museo (25 años cerrado hasta mi llegada) de la calle de Fuencarral, el Arqueológico, por algún tiempo el Conde Duque y hasta la Ermita de San Antonio de la Florida. Hicimos algunas de las Exposiciones más importantes sobre Madrid; no le doy títulos porque fueron más de cincuenta, y sus catálogos, hoy en su mayoría agotados, son imprescindibles para el estudio de la Villa”.

Cauta y rigurosa, aunque entusiasmada, Mercedes Agulló insiste en que “desde luego, nada puede darse como absolutamente definitivo, pero el hecho de que el legajo con correcciones hechas para la impresión de Lazarillo se hallara entre los papeles de don Diego Hurtado de Mendoza, me ha permitido desarrollar en mi libro una hipótesis seria sobre la autoría del Lazarillo, que fortalecida por otros hechos y circunstancias apunta sólidamente en la dirección de don Diego”.

Su investigación da al traste con dos siglos de estudios por parte de prestigiosos especialistas y eruditos como Martín de Riquer, Blecua, Rico, Rosa Navarro...
Hasta ahora, todas las atribuciones del precioso librillo no han tenido base documental en que apoyarse.Trabajos excepcionales han considerado diferentes aspectos de la obra, la formación y lecturas de su autor, su conocimiento de la sociedad de su tiempo, tan maravillosamente reflejada en la obra, pero no había referencia a un texto que relacionase autor y obra. Para mí todas las opiniones son aceptables y todas tienen su justificación y son resultado de importantes averiguaciones. Yo he analizado el tema desde el punto de vista de un historiador…

A vueltas con el autor del Lazarillo (Calambur) verá la luz dentro de unos días y conoceremos entonces cuál es la reacción de los especialistas. Probablemente haya que cambiar muchas cosas de los libros de literatura. Mientras tanto, la investigadora me transmite esta petición: “Habrá que pedir al alcalde de Madrid que ponga una placa de don Diego Hurtado de Mendoza en la calle de Toledo y en la casa, que yo he localizado, donde murió.”

Blanca BERASATEGUI

El Cultural
Disponible en: www.elcultural.es (05/03/2010)

Instrucciones para llorar - Julio Cortázar

Días grises, días de lluvia, días de lágrimas. Esperando que no sean necesarias, pero por si os fueran útiles, en estos dís en los que apetece más llorar y lagrimear que otra cosa, aquí os dejo a Cortázar, para que os enseñe, acompañe y admire.

Quisiera ser como él y escribir unas Instrucciones para vivir, claras y concisas, o Instrucciones para amar o para olvidar, o ambas cosas...


Para los que le conocen poco o de oídas diré que no son las únicas. Hay instrucciones para dar cuerda a un reloj, para subir una escalera, para cantar... y no sé si alguna más. Aunque no es lo único maravilloso de él. Pronto colgaré algo más de él, pero quería innovar un poquito:



Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con el decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia dentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.