Izando velas

La verdad es que no tengo ni idea de lenguaje marítimo, pero al menos sé que izar significa subir y eso pretendo, izar mis velas, buscar un rumbo, coger una brújula y comenzar a navegar (adecuado verbo para este medio), buscar nuevos horizontes... o mantenerme.

Hoy es uno de esos días en los que no sé como seguir. En los que tengo pensamientos contrarios a cada instante. Es una imagen típica, lo sé, pero hoy me siento una extraña e inversa montaña rusa: un segundo arriba, treinta abajo...

Busco señales por mi camino, claves por descifrar que me den una pista, pero la realidad se me echa encima, aplastante y violenta. La realidad es que no hay destino, nuestro destino somos nosotros. Nuestro destino lo elegimos, con nuestras acciones, con nuestros errores y nuestras decisiones.

Y poco más que decir...

P.D.: Casi casi me alegra que esto no lo lea casi nadie.


Perdida... en el océano... busco un barco...


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